La Subasta de Energía Renovable en Colombia ha sido positiva
Así coinciden los panelistas del conversatorio virtual que sobre el tema realizó la Cámara Colombiana de Infraestructura Zona Norte en alianza con EL HERALDO
La Cámara Colombiana de Infraestructura Zona Norte en alianza con EL HERALDO realizaron el conversatorio online La Infraestructura para la transformación Energética, que contó con la participación de la directora de EL HERALDO, Erika Fontalvo; el director de la Cámara Colombiana de Infraestructura Zona Norte, Héctor Carbonell, Alejandro Lucio, de Optima Consultores como moderador; Christian Johansen, gerente de desarrollo de negocios de Trina Solar Colombia, Claudia Navarro, socia de la firma Brigart & Urrutia; Gabriel Trillos, directo de la Unidad Ambiental y desarrollo energético de Araújo & Ibarra y Ramiro Arellano, gerente de Ener Power Colombia.
Fontalvo destacó que la Costa Caribe se consolida cada vez más como un epicentro generador de desarrollo con una enorme proyección de crecimiento económico “y aspiramos a seguir creciendo, seguir siendo líderes no solo en comercio sino en urbanismo y en tecnologías limpias sostenibles que es lo que marca la agenda actual y a futuro”.
Carbonell dio inicio al panel Subasta de energías renovables que hace parte del ciclo de temáticas del conversatorio señalando que este es un escenario ideal para debatir los temas de desarrollo energético nacional. “El mundo está cambiando y Colombia decidió migrar hacia una matriz energética más limpia, esto al final demandará inversión, infraestructura y por ende es una oportunidad para nuestra región”.
El moderador del panel Alejandro Lucio dijo que es para todos claro que la Región Caribe es la de mayor potencial en lo que tiene que ver con el desarrollo de proyectos de generación con energía renovable no convencional, y aunque eso es maravilloso para la región también trae grandes retos. Y sin duda la subasta de energía renovable que fue exitosa en octubre pasado es un hito fundamental para el desarrollo de las renovables, más de 2 mil megavatios de energía eólica y solar ubicado en la región Caribe que se espera entren a aportar energía a partir de diciembre del 2022.
Lucio preguntó que implicó la subasta para el mercado y para los desarrolladores a lo que Christian Johansen respondió: “la subasta fue muy positiva en el sentido que creó una señal de precios de energía de largo plazo, pero posterior la subasta la apreciación de nosotros es que si ha creado un dinamismo por parte de la demanda, no solo de la demanda no regulada sino de los comercializadores, desde el punto vista que hemos empezado a entender cómo funcionan estas energías y como sería la integración dentro de su matriz de contratación”.
Arellano por su parte destacó que este es un proceso de tiempo, el plazo de los contratos requiere de tiempo, después de la subasta segmentamos un poco el mercado donde hay interés por parte de comercializadores puros y algunos comercializadores de largo plazo. “Ellos están viendo que ante las inclemencias del clima y el riesgo de volatilidad es necesario cubrir esos portafolios y empezar a poder vender a buen precio en sus clientes, Sin embargo en esta segmentación vemos que los distribuidores todavía no tienen ese cambio de mentalidad y no se están metiendo en contratos de más de 3 o 5 años”.
Desde el punto de vista jurídico regulatorio, pensando en un futuro, Navarro dijo que entre la primera subasta y la segunda hubo un cambio en el esquema que fue bien recibido, “de hecho hubo subasta, hubo cierres, se esperaba tal vez más, desde el punto de vista de los compradores hubo una gran participación y los cambio emitidos por el ministerio fueron bien recibidos. Finalmente Trillos dijo que las inquietudes son que preocupan mucho el riesgo financieros en materia de las garantías por esa incertidumbre contractual que hay en todos los aspectos, sobre todo con temas como el sostenimiento del precio a largo plazo, que son competitivos bajo que genera un riesgo financiero desde la perspectiva de los bancos.